Definiciónes del día 24 de marzo, 2017
hallar
Dar con alguien o con algo sin buscarlo; descubrir accidentalmente alguna cosa
Ejemplo:
Halló a un amigo en el zócalo. Hallé un tesoro. Hallaron un nuevo corneta.
rizo
Porción de pelo o tira de algún material flexible que da vueltas sobre sí misma en forma de espiral .
Ejemplo:
Le llegaban los rizos hasta los hombros. Para que te peines, china, / esos rizos que me matan, / te compré tu peine de oro. Los listones caen formando rizos sobre el pecho del vestido.
predominar
Lograr algo o alguien imponer su mayor fuerza o poder sobre otros semejantes .
Ejemplo:
Predomina el viento del sur. En la infección intestinal predomina la diarrea. Predominan los partidos de izquierda en el parlamento.
repetición
Acto de repetir la repetición de un discurso, la repetición de una obra de teatro, la repetición de una investigación
ser manija
Ser la persona importante, la que dispone u ordena.
ring
redondel donde se exhiben para la venta caballos de carrera o de salto, limitado con una valla.
libra
500 gramos en colombia
punto verde
Variedad de marihuana considerada de menor calidad que la punto rojo.
chupado
Ebrio, borracho
buque escuela
Dícese de una persona de más de 35 en la cual las nuevas generaciones posan sus delicados ojos, interesados en aquello, en un afán claramente didáctico. Esta es un costumbre muy mal vista en nuestra moderna suciedad pero de la cual no me canso de alabar sus méritos. El que escribe considera que esta es una excelente costumbre pues permite la adecuada formación y educación sentimental de las nuevas generaciones. Si cada adolescente hombre fuese puesto bajo el alero de una de las amigas de 30 a 40 años de su madre, quien tendría a su cargo la educación sentimental del susodicho, entonces éste sería un hombre mucho más íntegro en su adultez, con el necesario discernimiento de cómo escoger a una mujer y de cómo hacerla feliz. Del mismo modo, si cada adolescente mujer fuese apadrinada por un cuarentón, entonces no sólo no descubriría el sexo en la butaca trasera de un auto, entre miedos y urgencias, sin llegar a gozarlo, sino que tendría una verdadera posibilidad de aprender a conocer, y gozar de, su cuerpo sin las sempiternas urgencias de un cabro de 18 años. Sin hablar de lo útil que podría llegar a ser en su vida posterior el saber distinguir entre el amor y ese maravillo sentimiento conocido como calentura. A esta abnegada labor he dedicado muchísimo tiempo, y esfuerzos, pero se deben reconocer también las grandes satisfaciones morales que entrega la dura labor de servir de buque escuela.