Jerga de "edomex"
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Palabras al Azar de "Jerga de "edomex"":
cagapalos
A) Dícese del particular que acostumbra molestar o causar molestias. Los medios para hacerlo pueden ser abiertos a la creatividad del "homo cagapalensis".
B) Alguien que cae mal, pesado, o de la verga.(Debes aborrecer o repugna de veras esa persona para decir algo así)
Esta palabra está compuesta de dos vocablos: Cagar y Palo. En el caso de "Palo" se refiere al miembro masculino. De modo que si alguien te "caga el palo" es que te cae mal —muy mal, o te molesta. Del porque esta acción se ha convertido en una referencia o el origen de esta frase, nadie lo sabe.
Ejemplo:
1. Un cagapalos puede ser alguien bromista o que exprese su opinión y que no sabe cuando detenerse. Un cómico, un reportero, un comentarista, un sacerdote regañón, etc.
2. Una persona que suele mostrar continuamente su descontento y comparte sus opiniones a tal grado que quienes suelen escucharlo quedan hartos de su presencia.
3. Un mala copa que se engancha a tus hombros, a tus brazos, te abraza del cuello, te dice que te quiere un chingo, te quiere dar un beso, se recarga, te empuja, te apunta con el dedo, te pica con ese mismo dedo para acentuar lo que platica, intenta hablarte en inglés cuando nunca aprendió, se tarda horas y no acaba, dice disparates uno trás otro. (Hasta que lo mandas a la verga)
4. El típico borracho que ya bebido se convierte en seductor, conquistador, bailarín, políglota, erudito, consejero, conversador, orador, arrepentido, buscapedos, guerrero mortal, cantante, cuanta pendejada se te ocurra y que no sabe detenerse u obedecer la sugerencia de calmarse o irse: eso es un cagapalos.
prángana
A) La condición del prángana es no sólo ser bajo de energías o lo que es lo mismo un pinche wevón. Esa misma escasez de energía le empuja a acomodarse en sitios estratégicos como el silloncito cómodo que está frente a la tele.
Si ha de tomarse un esfuerzo que sobrepase su capacidad, será para acercarse las botanas o la comida para cuando el hambre venga a su estómago y tenga que pararse del sillón.
El prángana vive feliz bajo la ley del menor esfuerzo. Incluso puede haber un prángana en en equipo de trabajo. Y es aquel que todos vemos hacer todos los esfuerzos en la dirección opuesta, no en producir, sino en hacer menos.
Son los adolescentes los arquetipos más comunes de prángana. Es posible que pueda justificarse muchas veces sus comportamiento desinteresado por los cambios a los que está sometiéndose su cuerpo. Pero cuando ya pasaste la edad máxima de la adolescencia y el comportamiento se convierte en hábito, es cuando la familia se da cuenta que en la casa acaba de instalarse un asqueroso prángana.
B) El que no pone para las chelas, o la comida o se hace bien wey para cooperar con dinero para lo que se va ingerir o comer o consumir.
C) Alguien muy tacaño, codo, mezquino, egoísta.
Ejemplo:
A) 1. ¡Oye wey! Tu hermano si es bien pinche prángana, se la pasa todo el día viendo tele.
2. Oye Webastián ya cumpliste 40 años y no acabas la universidad y tampoco trabajas. ¡Ya no mames!
B) Pedro: Ya pusieron todos para las chelas y el bajón. ¡Ponle wey! Webastián: —no traigo, ando erizo.
C) — Oye, ese wey que no mame todo le paga su novia y ese wey no pone ni madres. — Sí ese cabrón es bien pinche prángana.
agarra el pedo
Agarra el pedo o agárrame el pedo. Dícese de la acción de entender, comprender, ponerse en los zapatos del otro, activar el sentido común o la empatía.
Es una frase que no puedes utilizar en un ambiente de formalidad o donde deben cuidarse las maneras. Por ejemplo: no puedes ir a pedir trabajo, o la mano de tu prometida y después de explicarles a los que te escuchan terminar con un "¡agárrenme el pedo, quiero trabajo, no mamen!" o "vengo por su hija para casarnos, agárrenme el pedo suegros".
Pero es muy aceptables entre amigos cercanos, o entre gente joven.
Ejemplo:
1. —Oye wey, no puedes tomar aquí, esto es un velorio. —Nomás me tomo esta botella y ya me voy. —Nel, agarra el pedo wey, no se puede.
2. —Greñas ¿qué paso con mi lana, wey? —¡Oh wey, agarra el pedo! Todavía no llega la quincena. Te lo pago este mismo viernes.
3. —No que ya no ibas andar con viejas casadas, cabrón. —¡Agárrame el pedo wey! Tu chitón, ya sabes. Esta es la última, verdad de diosito que está en el cielo.