Diccionario argentino: Jerga de jerga porteña

Según la definición lunfardista sería carecer de dinero, vivir en la miseria. El origen de esta acepción es incierto aunque hay varias teorías. La más plausible es que provenga de los antiguos interrogatorios judiciales en los que al imputado se le preguntaba primero por su nombre y edad; segundo por su lugar de nacimiento y domicilio; en tercer lugar por su religión y estado civil y en cuarto lugar por sus bienes y rentas. Normalmente los declarantes alegaban no poseer bienes ni rentas, sino que todo su patrimonio provenía de su trabajo para no ser embargados.

Actualmente también se la utiliza para definir que uno u otros están en una situación inestable y dificultosa por diversos motivos.

Dícese de aquel que en sus dichos, expresiones, escritos u otra forma de comunicar trasluce o destila odio, rencor, falacias, temor, alarma y otros contravalores.

El que se gestiona o se compra de pseudo instituciones dedicadas a premiar o distinguir distintas actividades del quehacer cotidiano.

También de organismos fantasmas y de dudosa procedencia creados por el interesado o los grupos que lo patrocinan.

El fin de tal premio es dar prestigio e importancia a alguién o asociaciones de personas con el fin de que sean tenidas en cuenta y poder incidir en el tratamiento de cuestiones importantes de toda índole.